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IWC: Manufakturzentrum: un espacio para crecer

¿Qué hacer cuando no una, sino dos expansiones en 13 años nos han quedado pequeñas? Seguir creciendo. El nuevo Manufakturzentrum de IWC refleja nuestra expansión continua y rinde tributo a 150 años de tradición.

 

«Las dimensiones del edificio son enormes». Con un gesto amplio, Christoph Grainger-Herr destaca los 130 metros de largo del pasillo. El CEO de IWC acompaña a un grupo de invitados en la ceremonia de coronación realizada el año pasado en lo que pronto será el nuevo Manufakturzentrum de IWC.

 

«Alguien sugirió construir una pista de footing para nuestros empleados en este pasillo pero todavía estamos estudiando esa opción», comenta con una mirada cómplice. Una vez finalizada la construcción, el edificio tendrá capacidad para albergar a unos 400 empleados cualificados, 

 

así como espacio suficiente para el crecimiento continuo de IWC. Después de dos ampliaciones de la sede de Schaffhausen,ambas en los últimos 13 años, la empresa no contaba con espacio suficiente. Además, el desarrollo de la experiencia interna en la fabricación de movimientos también necesitaba espacio para crecer.

 

El jefe de operaciones de IWC, Andreas Voll, afirma: «En este edificio podremos reunir bajo un mismo techo nuestros procesos clave y las etapas de fabricación, que anteriormente se encontraban distribuidos en distintas ubicaciones».

 

El Manufakturzentrum en cifras

El edificio con fachada de vidrio se encuentra ubicado en una zona verde unos 8 kilómetros al norte de la sede de IWC Schaffhausen. Su diseño incluye áreas abiertas y salas amplias e iluminadas para fomentar la colaboración.

 

Según Voll, «25 firmas de ingeniería, 70 empresas de construcción y 100 artesanos trabajaron en este proyecto». Además, 8 400 toneladas de hormigón y 3 300 metros cuadrados de vidrio fueron necesarios para construir el área de producción de 13 500 metros cuadrados.

 

Este edificio es la primera estructura independiente construida por IWC desde la creación de la empresa. «En 1868, el coste de la construcción del edificio se estimó en 100 000 francos suizos, pero terminó costando  250 00 francos suizos, una suma astronómica para aquel momento.

 

Afortunadamente, esta vez tenemos las cosas bajo control», comenta Voll con una sonrisa.

En la nueva sede, combinamos siglos de experiencia en relojería con métodos de producción vanguardistas y tecnologías innovadoras

Una mezcla de tradición y modernidad

La producción de cajas y piezas pequeñas se instaló en la nueva sede en enero de este año, seguida por el departamento de producción de ensamblado de movimientos dos meses más tarde.

 

«En la nueva sede, combinamos siglos de experiencia en relojería con métodos de producción vanguardistas y tecnologías innovadoras», afirma Grainger-Herr. «De este modo, podemos garantizar la alta calidad a largo plazo de nuestros relojes mecánicos y preservar la competitividad de los productos fabricados en Schaffhausen en el mercado internacional».

 

La ceremonia oficial de inauguración está prevista para agosto de 2018. La inauguración para el público general tendrá lugar en una fecha posterior.


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