Tourbillon de fuerza constante
IWC integró un mecanismo de fuerza constante patentado en un tourbillon, lo que garantiza que la amplitud de oscilación del volante y la precisión del reloj permanecen absolutamente constantes, gracias a que inicialmente el escape se desacopla del flujo de fuerza directo del rodaje. La fuerza de accionamiento se almacena temporalmente en un muelle de espiral adicional y se transmite a la rueda del áncora. En este proceso, la tensión del muelle de espiral aumenta una vez por segundo, y el segundero en el tourbillon avanza por pasos de un segundo. Esto hace posible una marcha extremadamente regular y precisa durante 48 horas como mínimo. Al cabo de dos días aproximadamente, se produce el cambio del modo de fuerza constante al modo normal, como lo indican los saltos por pasos de un quinto de segundo del segundero.