Indicación de las fases de la luna
La dificultad de mostrar la fase de la Luna en la esfera de un reloj radica en el hecho de que la órbita lunar no sigue un ritmo diario alrededor de la Tierra. El ciclo entre cada luna nueva, una lunación, no dura 30 días, sino exactamente 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,88 segundos. Por lo tanto, el periodo de 30 días debe ralentizarse para aproximarse tanto como sea posible al ciclo lunar. Esto se consigue mediante un engranaje de reducción entre la estrella de día y la esfera con la indicación de la fase lunar. La clave de la alta precisión reside en la cantidad de ruedas utilizadas, sus proporciones y el número de dientes que tienen. Las indicaciones de las fases de la Luna de IWC se calculan con el mayor nivel de precisión y exactitud.