Cuando montó en la vieja bicicleta italiana de su padre por primera vez, Fabian Cancellara supo al instante que quería ser ciclista de ruta profesional. Más de veinte años y múltiples premios después, anunciaba el fin de su impresionante carrera. El suizo apodado "Espartaco", conocido por mostrar sus sentimientos con facilidad, habla con Mariella Frostrup sobre los momentos más duros y sacrificados de su trayectoria.
biografía
Fabian Cancellara compitió en su primera prueba ciclista a los 12 años. 23 años después, participaría en su última gran carrera como velocipedista profesional en los Juegos Olímpicos de Río. Al ganarla, se convirtió en el único ciclista de ruta con tres medallas olímpicas (dos de oro y una de plata). Su gran fortaleza es precisamente la razón de que se le conozca con el apodo de "Espartaco". En 17 años como corredor profesional, ha ganado 86 carreras; en 1072 días en competición, ha subido al podio 146 veces. Con las siete victorias que ha sumado en los monumentos (1 en la Milán–San Remo, 3 en el Tour de Flandes y 3 en la París–Roubaix), Cancellara puede ser considerado uno de los mejores ciclistas profesionales de todos los tiempos. Nadie iguala a este oriundo de Berna en fortaleza mental: cuanto más larga es la carrera, mejor rinde. Ha pedaleado en 98 competiciones de un día, de 200 kilómetros o más largas, y ha alcanzado el podio en 35 de esas ocasiones. Cuatro veces vencedor del Campeonato Mundial Contrarreloj, ha ganado 55 contrarrelojes y 8 etapas del Tour de Francia. Como líder de la clasificación, ha llevado el maillot amarillo durante un total de 29 días: más que cualquier otro corredor que no haya ganado el Tour en conjunto. Además, ha sido campeón nacional suizo 12 veces. Con el retiro de Cancellara, el pelotón pierde a su último gran líder.
A menudo, los deportistas más fuertes defienden a los más débiles en la vida real: Fabian Cancellara es embajador de la Fundación Laureus en Suiza, que aspira a mejorar las condiciones de vida de niños desfavorecidos a través del deporte.