IWC Schaffhausen
MATERIAL DE CAJA
Para las cajas de los relojes de IWC solo se emplean materiales de primera calidad. En este sentido, cada material presenta propiedades específicas y ofrece determinadas ventajas. El platino, metal precioso, discreto, raro y pesado, con una pureza del 95 por ciento, es la materia prima preciosa más pura que se haya logrado elaborar. El oro, intemporal y de valor imperecedero, encarna el lujo y la elegancia. En las cajas de oro de IWC, la proporción de oro puro alcanza siempre el 75 por ciento, lo que corresponde a 18 quilates. Dado que el oro puro sería demasiado blando para fabricar las cajas de los relojes, se ha aleado con otros metales, obteniéndose así los colores deseados: paladio para el oro blanco, plata y cobre para el oro rojo. El acero fino es inoxidable y fácil de trabajar. El titanio es ligero y resistente a la rotura, mientras que la cerámica no se desgasta y es resistente al rayado.
En el curso de la historia, IWC Schaffhausen ha venido impulsando siempre como pionera el desarrollo y el procesamiento de nuevos materiales. Ya en la década de 1980 se presentaron las primeras cajas de titanio. IWC también descubrió la cerámica para la industria relojera y, en 1986, empleó por primera vez para el Da Vinci una caja de óxido de circonio coloreado. Ningún otro grupo de materiales puede resistir temperaturas tan elevadas ni cargas mecánicas y químicas tan extremas. En 2013, IWC empleó por primera vez en sus cajas el aluminuro de titanio (TiAl). Esta aleación de titanio y aluminio es más ligera y más resistente que el titanio puro, y su superficie es más oscura.
Ese mismo año se introdujo también el empleo del carbono, un material de alta tecnología que se utiliza en los vehículos de carreras y que se caracteriza por su extremada ligereza y resistencia. En 2014, IWC presentó por primera vez el bronce como material para las cajas. Con el paso del tiempo y en función del uso, el bronce va adquiriendo una pátina y se oscurece, lo que le confiere al reloj un encanto muy especial e inconfundible. Con la cerámica de nitruro de silicio, IWC introdujo en el año 2014 otra novedad en el ámbito de los materiales. Con una resistencia a los impactos comparable, es sin mbargo la mitad de pesado que el óxido de circonio e incluso más ligero que el titanio.
En la actualidad, la manufactura relojera suiza continúa esta vasta tradición en el ámbito de los materiales con Ceratanium® (Ceramized Titanium). Se trata de un nuevo desarrollo que combina en un solo material las ventajas del titanio y la cerámica. Basado en una aleación de titanio, este material presenta la misma ligereza, resistencia a la rotura y tolerancia cutánea que el titanio, pero también es tan duro y resistente al rayado como la cerámica. Gracias al proceso de fabricación especial, el metal adquiere una superficie cerámica de color negro. Por lo demás, el material destaca por su alta esistencia a la corrosión.