Durante casi 50 años, el Da Vinci ha simbolizado la innovación en la Alta Relojería, y más que cualquier otra familia de relojes, representa el ingenio y la técnica de los ingenieros de IWC. Entre sus hitos se encuentra el primer reloj de pulsera con movimiento de cuarzo manufacturado en Suiza, el legendario calendario perpetuo diseñado por Kurt Klaus, la primera caja de reloj de cerámica de color negro del mundo, y el primer cronógrafo Manufactura de Schaffhausen.
Como tantas otras historias en IWC, la historia del Da Vinci comienza con una primicia. El primer reloj equipado con el movimiento de cuarzo suizo “Beta 21”, referencia 3501, fue lanzado en 1969 y la manufactura de Schaffhausen jugó un papel importante en su desarrollo. El nuevo modelo lucía una llamativa caja hexagonal de oro. “Este logro pionero marcó el nacimiento de una familia de relojes que combina el ingenio y la inventiva de los ingenieros de IWC con una inigualable sensibilidad estética finamente desarrollada”, explica David Seyffer, conservador del Museo IWC.
El calendario perpetuo de Kurt Klaus abrió el camino a la Manufactura de Schaffhausen para alcanzar la cima de la Alta Relojería.
La inspiración para el nombre de la nueva familia de relojes fue nada menos que Leonardo da Vinci. Ningún otro individuo en la historia personifica la simbiosis de la belleza y la tecnología de manera tan perfecta como el hombre que fuera probablemente el mejor pintor, escultor, arquitecto e ingeniero del Renacimiento.
MEDIA ETERNIDAD DISEÑADA PARA LA MUÑECA
La dedicación a la invención y a la improvisación es un hilo conductor que recorre la historia del Da Vinci. Tal vez el evento más significativo sea el lanzamiento del Da Vinci Calendario Perpetuo (Ref. 3750) en 1985: “En pleno auge de la crisis del cuarzo, el relojero principal de IWC, Kurt Klaus, tuvo la genial idea de desarrollar un calendario perpetuo mecánico”, explica Seyffer. Durante largas caminatas con su perro, diseñó en su mente un nuevo tipo de módulo de calendario que contaría con tan solo 81 piezas individuales y funcionaría de manera autónoma, prácticamente sin necesitar ajustes, hasta 2499.
En términos de facilidad de uso, el diseño de Kurt Klaus marcó un hito verdaderamente novedoso. Las indicaciones de la fecha, el día, el mes, las fases de la Luna y el año están perfectamente sincronizadas, lo que significa que incluso si el reloj no ha sido llevado por un tiempo, todas pueden ser ajustadas mediante la corona. Nunca antes se había visto bajo esta forma una indicación del año de cuatro cifras ni una indicación de fases de la Luna que necesitara tan solo un ajuste de un día al cabo de 122 años. El lanzamiento del calendario perpetuo en el Salón de la Relojería de Basilea de 1985 no estuvo exento de inconvenientes. Kurt Klaus completó el prototipo funcional literalmente a última hora y logró llevarlo hasta Basilea justo a tiempo para la presentación.
UNA CAJA DE CERÁMICA LIGERA, RESISTENTE AL RAYADO
Tan solo un año después, con el Da Vinci Calendario Perpetuo (Ref. 3755), IWC presentó el primer reloj en el mundo con una caja de cerámica de óxido de circonio de color negro resistente al rayado y al desgaste. La producción de una caja de reloj de este material de alta tecnología, empleado en la industria aeroespacial, representó un golpe maestro de tecnología e ingeniería. “La cerámica pierde aproximadamente una tercera parte de su volumen durante la sinterización. Para que el movimiento quepa con precisión en la caja y con el fin de mantener las tolerancias de milésimas de milímetros, esta pérdida de volumen debe ser tomada en cuenta durante la etapa de diseño”, explica Seyffer, refiriéndose a uno de los numerosos desafíos.
EL PRIMER CRONÓGRAFO DE LA MANUFACTURA IWC DEBUTÓ EN EL DA VINCI
En 2007, IWC desveló una nueva colección, completamente renovada, de la familia de relojes. Por ejemplo, el Da Vinci Cronógrafo (Ref. 3764) estaba equipado con el primer movimiento cronógrafo desarrollado por completo en la Manufactura de Schaffhausen. “El calibre 89630 fue el primero en indicar los minutos y las horas transcurridos como si fuera la hora del día en una sola esfera interior”, recuerda Seyffer. Una caja en forma de tonel albergaba esta innovación. Tal vez no fuese del gusto de todo el mundo, pero representó un hito importante en la tecnología de producción. Con unas 50 piezas individuales, sigue siendo la caja más compleja que se ha manufacturado en Schaffhausen. Para la Referencia 376601, se elaboró en una combinación especialmente exigente de cerámica y titanio.
En 2009, IWC añadió otro modelo destacado a la colección, el Da Vinci Calendario Perpetuo Fecha Digital (Ref. 3761). La indicación, que mostraba la fecha y el mes en cifras grandes como un reloj digital, además de ser moderna simbolizaba un regreso al legado de Alta Relojería de la Manufactura: “Desde 1884, en Schaffhausen ya se manufacturaban relojes de bolsillo con indicación digital de las horas y los minutos basada en el sistema Pallweber”, explica Seyffer.
MÁS QUE CUALQUIER OTRA FAMILIA DE RELOJES, DA VINCI COMBINA EL INGENIO Y LA TÉCNICA DE LOS INGENIEROS DE IWC CON UNA SENSIBILIDAD ESTÉTICA FINAMENTE DESARROLLADA.
Fiel a su propia historia. IWC nunca se ha dormido en sus laureles y, para 2017, la Manufactura presenta una vez más una serie de nuevos productos revolucionarios. Una cosa está muy clara: si el legado de Leonardo da Vinci sirve de indicación, el más reciente golpe de genialidad técnica ciertamente no será el último que distinguirá a la familia de relojes más extraordinaria de Schaffhausen.
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