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TRAS VIAJAR POR EL ESPACIO, LOS RELOJES POLARIS DAWN SE SUBASTAN EN BENEFICIO DEL HOSPITAL ST. JUDE
Descubra los Relojes de Aviador que han viajado al espacio y la misión Polaris Dawn, liderada por el comandante Jared Isaacman para apoyar la labor del St. Jude Children’s Research Hospital®.
De Elisabeth Gruender



LA LABOR DE SALVAR VIDAS DEL HOSPITAL ST. JUDE
¿Qué fue lo primero que le llevó a comprometerse con la organización?
Isaacman: Mi historia con el St. Jude Children’s Research Hospital® comenzó cuando descubrí su increíble misión de tratar y combatir el cáncer infantil, así como otras enfermedades graves, en todo el mundo. El hecho de que el St. Jude no emita ninguna factura por gastos de tratamiento, desplazamiento, alojamiento o manutención a las familias que reciben tratamiento me conmovió profundamente.
A lo largo de los años, he sido testigo del impacto directo de la labor que lleva a cabo el hospital St. Jude, así como de la esperanza que brinda a las familias y a los niños y niñas en todo el mundo, lo que ha mantenido inquebrantable mi compromiso. Su causa coincide con mi creencia de contribuir con la sociedad y marcar una diferencia tangible para cambiar el mundo.
¿Podría compartir con nosotros algún momento inolvidable que haya vivido durante su colaboración con el hospital St. Jude?
Isaacman: Una de las experiencias más inolvidables fue el hecho de poder ver la Tierra desde el espacio junto a Hayley Arceneaux, una médico asistente y paciente del St. Jude, que también se ha convertido en la primera superviviente de cáncer que ha viajado al espacio. Fue increíblemente conmovedor ser testigo de su trayectoria, desde su lucha contra el cáncer hasta lograr algo tan extraordinario. Compartir ese momento con ella, ser consciente de cuánto había cambiado su vida, y la de tantas otras personas, el hospital St. Jude hizo que fuera una experiencia profundamente memorable.

EL PODER DE LA CONEXIÓN
Parte de la misión del hospital St. Jude es asegurarse de que ninguna familia reciba nunca una factura por gastos de tratamiento, desplazamiento, alojamiento o manutención. ¿En qué medida coincide este planteamiento con sus valores filantrópicos?
Isaacman: La misión del hospital St. Jude concuerda perfectamente con mis valores filantrópicos, dado que prioriza la compasión, el apoyo y la accesibilidad, además de garantizar la igualdad, con una visión audaz, llena de posibilidades para el futuro. Garantizar que las familias puedan centrarse en la salud de sus hijos e hijas sin tener que preocuparse por la carga económica es un principio en el que creo profundamente. La misión del hospital St. Jude es única, y su premisa de que ningún niño o niña deba morir en el albor de su vida me sirve de continua inspiración.
¿De qué forma ha influido su compromiso con el hospital St. Jude en su propia vida y en su visión?
Isaacman: Me ha enseñado la importancia de la resiliencia, la esperanza y el poder de la conexión. Ver la fuerza de los niños y niñas y sus familias ha sido una lección de humildad y una fuente de inspiración que han reforzado mi compromiso de apoyar una causa tan fundamental
RELOJES POR UNA CAUSA
¿Qué importancia tiene la subasta de los relojes de la misión Polaris Dawn de IWC para usted personalmente?
Isaacman: No se trata solo de recaudar fondos, sino de sensibilizar y buscar apoyo para el hospital St. Jude. Todos nosotros podemos convertirnos en titulares de la misión. Saber que las ganancias obtenidas contribuirán a continuar esta labor de salvar vidas hace que esta subasta sea increíblemente especial para mí, ya que todos deberíamos hacer todo lo posible para que este mundo sea un lugar mejor.
¿Qué le gustaría que supieran sobre el hospital St. Jude y sobre cómo pueden contribuir las personas que van a ver la subasta o que están siguiendo la misión?
Isaacman: Isaacman: Quiero que sepan que el hospital St. Jude es una fuente de esperanza. Apoyar a las comunidades de todo el mundo, ya sea mediante donaciones, haciendo correr la voz o participando en eventos, ayuda directamente a salvar vidas y a promover la investigación. Juntos, podemos velar por que ningún niño o niña tenga que enfrentarse al cáncer en soledad y por que las familias puedan centrarse en su curación.

LA HISTORIA DE RESILIENCIA Y ESPERANZA DE SLATER
¿Qué les gustaría que supieran sobre el hospital St. Jude otras familias que se estén enfrentando a problemas de salud similares?Familia de Slater: Cuando te comunican que tu hijo tiene cáncer, entras en una espiral negativa de miedo, duda y desesperanza total. La situación te paraliza y prácticamente te impide tomar decisiones que pueden afectar a las posibilidades de salvar la vida de tu hijo. Al cruzar por primera vez las puertas del hospital St. Jude, te invade inmediatamente un sentimiento de esperanza y tranquilidad. […] Gracias al St. Jude, una situación insoportable se volvió soportable y, finalmente, tras casi un año y medio de tratamiento, nuestro hijo, que por aquel entonces tenía cinco años, fue declarado «NED» (sin evidencia de enfermedad). No me puedo imaginar haber aguantado ninguna parte de todo esto sin el St. Jude, ni sin el increíble nivel de atención y acompañamiento que ofrece su equipo

LLAMADA POR ZOOM DESDE EL ESPACIO
Slater, ¿qué te pareció ver la misión Inspiration?Slater: Me hizo muy feliz ver a Hayley [Arcenaux, superviviente de cáncer y astronauta comercial en la misión Inspiration] vivir esa increíble experiencia y apoyar la labor del hospital St. Jude al mismo tiempo. Me sentí muy orgulloso de que esos cohetes ayudaran a recaudar tanto dinero para el St. Jude. Me pareció increíble ver a estas personas ir al espacio. Seguro que debe dar mucho miedo ir allí, pero los astronautas son supervalientes, igual que yo.
¿Cuál fue tu momento favorito?
Slater: Me gustó cuando los astronautas hicieron la llamada por Zoom desde el espacio. Fue tan impresionante verlos en el espacio, cómo se divertían y hablaban con nosotros que estábamos aquí en la Tierra mientras todo estaba pasando de verdad. También me encantó ver el lanzamiento de cerca porque fue genial ver cómo el cohete se iba al espacio.
¿Qué sentiste con respecto al espacio y la ciencia cuando viste la misión?
Slater: Sentí que quizás algún día yo pueda viajar al espacio e incluso hablar con mis amigos y mi familia por Facetime mientras estoy allí. Sé que si Hayley puede ir al espacio, entonces, probablemente yo también pueda hacer todo lo que sueño en mi vida. Algún día, me gustaría llegar a ser un chef de cinco estrellas, ¡y creo que lo conseguiré!
La historia de Slater es una historia de resiliencia, esperanza y determinación. Con solo cuatro años, fue diagnosticado de un neuroblastoma de riesgo alto en estadio 4. Su familia recurrió al hospital St. Jude, cuyos tratamientos avanzados y apoyo incondicional les brindaron esperanza. A través de su participación en el ensayo clínico NB2012 del St. Jude, Slater recibió una atención de primera calidad, incluidas quimioterapia, radioterapia y terapia de anticuerpos sin que su familia tuviera que asumir ningún coste. Ya han pasado cinco años y se encuentra en remisión, desafiando todas las adversidades y soñando con viajar al espacio —un futuro posible gracias al hospital St. Jude—.