Servicio de mantenimiento completo

Un relojero de diagnóstico de IWC evalúa la funcionalidad técnica del movimiento y de las complicaciones y comprueba el estado estético de la caja y la pulsera. Según los resultados de esta minuciosa inspección, determinamos el servicio adecuado y las piezas de repuesto necesarias para restaurar y garantizar el funcionamiento y la apariencia óptimos de su reloj.

Tras extraer el movimiento, desmontamos la caja y limpiamos todas las piezas con un baño de ultrasonidos. Nuestro servicio completo también incluye el pulido de la caja y de la pulsera metálica. Las irregularidades o arañazos profundos pueden eliminarse con una limpieza por láser. Cuando volvemos a montar la caja, sustituimos de forma rutinaria los sellos y las juntas para asegurar la hermeticidad indicada.

Desmontamos el movimiento y limpiamos todas las piezas para eliminar las partículas de polvo y los residuos de grasa microscópicos. A continuación, el relojero revisa minuciosamente el estado de todas las piezas y sustituye cualquiera que haya dejado de cumplir nuestros estándares. Tras volver a ensamblar y ajustar el mecanismo, lubricamos todos los puntos de giro y los rodamientos para reducir la fricción y el rozamiento.

Tras reparar y volver a ensamblar el movimiento, se montan sobre él la esfera y las agujas. En ese momento, volvemos a introducir el mecanismo en la caja renovada. Por último, nuestro relojero realiza todos los ajustes necesarios antes de asegurar el fondo de caja y sellar herméticamente la caja para evitar la entrada de polvo o de humedad.

La última etapa es nuestro completo control final de calidad. Las pruebas funcionales que se realizan incluyen la comprobación de la reserva de marcha y la medida de la oscilación y de la precisión del reloj durante 12 horas. También controlamos la presión del aire, así como la hermeticidad, y realizamos una supervisión estética. Nuestra garantía de dos años de duración ofrece cobertura de todos los trabajos y de las piezas de repuesto.